miércoles, 3 de octubre de 2012

RIOTINTO.APUNTES ANEDOCTICOS DE SU COLONIA INGLESA (IV) -E-

                      (Referencias de fuentes para visitar, sugeridas en página anterior)

LIBROS:

“A MIGRATION MODEL FOR RIO TINTO, 1877-1877”, Luis Gil Varón
“A CIELO ABIERTO”. Félix Lunar
“DESASTRE DEL POZO ALICIA, 80 AÑOS DESPUES” Pedro Real Valdés
“HISTORIA DE LA ARQUITECTURA INGLESA EN HUELVA”, M. González Vilchez
“HUELVA. GUIA PARA VISIONARIOS”, Capitán de las Dunas
“LA HUELGA DE 1913 EN RIO TINTO”, Juan Manuel Pérez López
“LA HUELVA BRITANICA”, Juan Cobos Wilkins
“LA PRESENCIA INGLESA EN HUELVA”, Agustín Galán García (Editor)
“LAS LUCHAS OBRERAS EN RIO TINTO, 1888-1920”, Luis Gil Varón
“MEMORIA DEL INSTITUTO DE REFORMAS SOCIALES”, Comisión del IRS, 1913
“MINERIA Y MIGRACIONES, RIO TINTO 1873-1973” Luis Gil Varón
“MINERIA Y PODER”, Esteban Ruiz Ballesteros
NERVA. HISTORIA DE UN PUEBLO”, Juan Gómez Moreno
“NOT ON QUEEN VICTORIA´S BIRTHDAY” David Avery
“SEIS ESTUDIOS SOBRE EL PROLETARIADO ANDALUZ, 1868-1939”, Excmº Ayuntamiento de Córdoba

ACTAS DE INSTITUCIONES LOCALES:

Iglesia Parroquial de Rio Tinto, 30.12.1914
Ayuntamiento de Minas de Rio Tinto, 7.11.192

 ARTICULOS DE PRENSA

ABC, 2.11.1913 “Acusación de los obreros”                  
ABC, 26.11.1913, “Semillas de agitación”                                                                
ABC, 27.11.1913, “Cadena solidaria”
ABC, 28.11.1913, “Llegada desde Madrid”
ABC, 29.11.1913, “Resistencia al trato con huelguistas”
ABC, 1.12.1913, “El negrero mayor del Reino”
ABC, 6.12.1913, “Pidamos su destitución
ABC, 14.12.1913, “La cola del conflicto”
ALMA OBRERA, “ 21.12.1913, “Regreso de D. Valterio”
DIARIO DE HUELVA, 29.1.1924, “Baile en la Casa Colón”
DIARIO DE Huelva, 15.1.1926, “Sepelio de Mrs Jerons”
DIARIO DE HUELVA, 9.3.1926, “Su auto tropieza con un borrico”
DIARIO DE HUELVA, 6.4.1926, “Recibe al Rey Alfonso XIII
                                                   En el Bº Reina Victoria de Huelva”
DIARIO DE HUELVA, 10.5.1927, “Nombrado Pres. de Honor del
                                                    Real Recreativo de Huelva”
DIARIO DE HUELVA”, 24,5,1927, “Presidiendo entierro de de
                                                     Mr. Tennat”
EL CORREO, 14.2.1914, “Gesto concediendo al obrero de Nerva,
                                       M. Fernández Gómez, un socorro”
EL SOCIALISTA, 12.11.1913 “Hostilidad general contra Mr. Browning”
ESPAÑA NUEVA, 12.11.1913, “La Canallada”
HUELVA LIBRE, 17.6.1916, “Mr. Browning a la guerra”
LA CHINCHE, 24.4.1915, “pistola en el banquillo”
LA PROVINCIA, 3.11.1914, “Acto en el Club de Bella Vista”
LA PROVINCIA, 16.1.1921, “Atentado contra Mr. Browning”
LA VERDAD, 3.6.1916, “Buscando justicia”
LA VERDAD, 19.6.1916, “Desastrosa administración”

RIOTINTO.APUNTES ANEDOCTICOS DE SU COLONIA INGLESA (IV) -E.


Pero tal vez, ese intervalo de edulcorado paréntesis en su carácter fue transitorio,  puesto que, por otra parte,  nunca dejaría de manifestarse el propio, de tal manera que su salida de la Rio Tinto Co., Ltd.- no fue en absoluto pacífica, siendo promovida por  Geddes y  abriendo un  insalvable frente,  poco beneficioso para los intereses de la Empresa.
En el cruce de dimes y diretes se llegó al punto de  enfado cuyo resultado, en principio, fue la negativa de Browning de abrir cualquier comunicación escrita de los directivos de la RTCL, dirigidos a su domicilio,  devolviéndolos sin leer,  con la anotación de que todos ellos les fuesen remitidos directamente, a los abogados que había contratado para interponer demanda a la Compañía a fin  de que se le  abonasen  £250.000 por el  salario atrasado de casi  veinte años de trabajo en la Mina, sustentándola como despido improcedente.

Con su habitual oportunismo insistió en el pago, en una  coyuntura  muy crítica para la Compañía que estaba acosada por el Gobierno español,  al requerirle su Ministerio de Hacienda resarciese  derechos de aduana defraudados,  según se había puesto al descubierto en el caso Pilkington, (de todos conocido y comentado en otro foro) y que , curiosamente, se habían producido durante  el mandato de él mismo en Rio Tinto.
El Consejo determinó, acceder a lo reclamado para no enredar más el “delicado caso” suscitado por el mencionado fraude y temeroso de la repercusión internacional de imagen, etc. que pudiera sufrir la Compañía quien  muy a pesar de las dificultades financieras por las que estaba atravesando, pagó al contado a su antiguo empleado, mediante la obtención de un préstamo bancario.

Una vez más se manifestaba la tenacidad de su carácter y salía airoso del  escandaloso asunto que se suponía, conoció siempre, permitiéndolo,  desde  su elevada atalaya de mando empresarial.
Finalizaba de esa manera la relación de quien llegó a ser figura legendaria en Rio Tinto y motejado, “Rey de Huelva”.
La estela de su gestión, dejó en la Mina más negras sombras que luz y  aún se recuerda por los nietos de aquellos que padecieron sufrimientos en un azaroso “reinado” de inolvidables consecuencias, con huelgas persistentes y dolorosos exilios infantiles.

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PD.- Como anotación curiosa, se hace notar que el “ABC” de Sevilla de 5.11.1994 trajo a sus páginas el nombre de Browning al publicar un Edicto de la Gerencia de Infraestructura de la Defensa, facultando a sus posibles herederos para la reversión de la finca de 9213 M2 que él poseyó en San Juan de Aznalfarache.
Podría ser el último rastro escrito y público que del personaje se tiene tras su marcha de Rio Tinto, hacía entonces 67 años.-
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Para quienes deseen contrastar alguna referencia citada en estas páginas, se relacionan seguidamente,  fuentes que pueden ser consultadas .-                                

RIO TINTO.APUNTES ANEDOCTICOS DE SU COLONIA INGLESA (IV) -D-

 Es bien cierto que todo aquel que se haya interesado por la historia de las Minas de Rio Tinto, ya fuere persistente historiador ó puntual  curioso, habrá hallado en los años comprendidos entre  principios del siglo XX y mediados del mismo, semblanzas de personajes que dejaron indelebles improntas en el devenir de ese período.
Por tanto,  no es singular haya captado especial atención, de gran parte de ellos, la figura del Director de la Rio Tinto Company Limited, Walter J. Browning, del que nos venimos ocupando últimamente.
En el recuerdo de mayores que hemos  llegado a conocer, oímos en años en que los relatos marcan, con imborrable fuerza la joven memoria, eventos que dibujaron exacto perfil de su personalidad  en la que concitaba sobre si,   el deseo de obtener por medios inconfesables y, a menudo escasamente lícitos,  torcer la voluntad de quienes a la suya propia se oponían.

 Algunos comentarios sobre él, aludían a la prestancia personal donde, en cualquier reunión social y distendida, no era posible confusión alguna al señalarle cual destacable figura entre la concurrencia.

Numerosos escritos, en archivos, que se perciben con enérgica grafía, dejan más que entrever, el carácter de todo un individuo alejado de cualquier signo de complacencia y con el que toda oposición estaba  abocada al fracaso.

Si pírrica victoria obtuvieron los trabajadores de la Mina, en la prolongada huelga de 1920, en la que mostró la parte más dura e insensible de su carácter, no lo sería menos, años después,  al ser abandonado por  quienes desde Londres habían aprobado su conducta, en precedentes fechas.

Es comprensible, no obstante, que a veces por infinidad de motivaciones,   el transcurso  del humano proceder gire, permitiendo un cambio circunstancial en  sentido positivo, si anteriormente no lo fue. Algo de esto debió ocurrir a Browning que tras enviudar y perder a su único hijo, casaría luego con la bella anglo-india, Eleanor Beatrice quien le dio una hija, en Rio Tinto, en la primavera de 1925 (30 de Abril) llamada Patricia, dando la sensación de benéfica laxitud, ante la evidente “tranquilidad” que con el  régimen dictatorial de Primo de Rivera, le  sobrevino a España y, por ende, disfrutara la cuenca minera.
Probablemente, también, instalado ya en el otoño de su vida,  los laureles antaño cosechados en arduas batallas, donde siempre le favoreció el poder económico y político enfrentado a adversarios, empobrecidos y hambrientos, comenzaban el cambio del pujante verdor al dorado menos llamativo de sus hojas.
Aunque la casa de Los Frailes que le había regalado a su amada esposa era lugar de reposo, algo alejado de la monotonía de Bella Vista, no lo era plenamente,  al reflejarse en algunas de sus meditaciones e incluso decisiones,  la larga sombra del nuevo Presidente de la Cía.,  Sir Auckland Geddes,  aquél embajador de Inglaterra, en los Estados Unidos, con el que tan poco simpatizaría.