jueves, 28 de junio de 2012


Siguiéronle más tarde, la visita de las Infantas, Isabel Francisca  (La popular, “Chata”) y Paz, ambas hermanas de D. Alfonso. (últimos de Marzo)
Años después lo haría (Junio de 1911) D. Alvaro de Figueroa y Torres, famoso Conde Romanones que además de ser en varias ocasiones Presidente del Gobierno, en el reinado de
Alfonso XIII, era propietario de grandes fincas, rústicas e inmobiliarias,, sumando las Minas de La Unión.

Por tanto, los trenes no se limitaron a ser  usados para el transporte de materias primas e indeterminados servicios,  toda vez que cubrió  habitualmente, el traslado de personal obrero  que se desplazaba desde sus domicilios en Zalamea, Campillo, Rio Tinto y Nerva  hacia los tajos de trabajo.
La supresión del servicio de viajeros (Según Tesis de Gil Varón) se realizó en 1965 y pocos años más tarde la Junta de Andalucía (1984-?) autorizó su desaparición.

La importancia que el ferrocarril tuvo para la Mina y toda su zona, se puede encontrar aún en muchas narraciones y cito, por haberme llegado en última ocasión, a “El ferrocarril Minero de
Riotinto” (J.L. García Mateo y L. Prieto Tur) encomiable y laborioso trabajo de interés general para los seguidores de esa  postrera faceta minera.


No se entendería la creación y funcionamiento del ferrocarril sin la simbiosis con el Muelle de Rio Tinto, en Huelva,  cuya referencia ya habíamos citado en la pág. XXVI, magnífica construcción que con sus 3.600 Tons de hierro y tres pisos donde discurrían los vasgones, de uno a otro por el impulso dado por  una locomotora, sin entrar en el muelle, podía cargar diariamente 7000 Tons de mineral en cuatro barcos a la vez. El trabajo presentó dificultades iniciales en la cimentación que se salvaron eficazmente como lo describe en su libro: “Historia de la Arquitectura inglesa en Huelva” (M. González Vilches)
Solventadas todas ellas, fue enorme la satisfacción que las autoridades de la Compañía experimentaron al comprobar el embarque de las primeras 630 Tons de mineral, con la colaboración de una cuadrilla de trabajadores portugueses en el vapor “María” (1876)

1 comentario:

  1. Oju, Ojú... Pedro eres un monstruo, lo que uno aprende contigo. Gracias siempre por enseñarme. Esto es maravilla pura. Un Abrazo, José Mari

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