Sería injusto no situar, en
preeminente lugar del escalafón de los galenos lugareños al Dr. F .Beato, de
quien pocas referencias conocemos y sólo que comenzó a prestar sus
servicios profesionales, a la RTCL , en la misma Zalamea,
subvencionado con ₤120/año
a finales del XIX
Le sucedería en la plaza, el Dr.
.Don Juan Bautista Lancha y Linares, terrateniente y Alcalde de Zalamea entrado
ya el siglo XX, ejerciendo la medicina al servicio de la Compañía , quién le incluía en su nómina en 1907 percibiendo ₤165/año y 5000 Rsv revisables,. Su prestigio y consideración
dentro de la Compañía
(por varios motivos) debió ser notable, manteniendo además estrecha amistad con
el Dr. Ross, según hemos podido constatar por documentos acreditativos de la
familiaridad existente entre los
miembros de ambos médicos, siendo frecuentes y especialmente demostrativa de
sentimientos entrecruzados, por ejemplo en Navidades, por las hijas de Ross,
Nann y Sheilah, con la de D. Juan Bautista,
Juana María.
Al menos, permaneció al servicio
de la Compañía
hasta 1915, que sepamos.
También fue contratado por la
RTCL. D. Rafael Lancha Linares, que
suponemos hermano del anterior y destinado en Naya a quien le fue asignado un
salario anual de ₤165 permaneciendo escaso tiempo, para luego desempeñar la
profesión en Monte Sorromero y posteriormente pasar a Zalamea, finalizando su
labor en 1925
Al Dr. Aníbal Beato Cornejo, hijo del médico
primeramente mencionado, lo captó el Dr. Ross uniéndole a su equipo y
radicándolo en Zalamea en 1919, con un sueldo de 1000 Rsv/mes que tras pasar y
ejercer en consultas públicas, continúaría a tiempo parcial percibiendo 50 Rs/ dia trabajado en 1921
Numerosos fueron los profesionales
de la sanidad, vinculados por sus trabajos
con la RTCL y así, la lista podría incrementarse con los
muy conocidos Dres, Molina Lancha, Rafael Pérez de León, Marcelino Núñez
Moreno, etc.
Mención especial e imprescindible
en este repaso de parte de la historia sanitaria de Zalamea, injusto prescindir
de mencionar al competente ATS, D. Francisco Romero Perea a quien tuvimos la
gran suerte de conocer, en el desempeño de su eficaz trabajo como Ayudante de
Cirujano, en intervenciones quirúrgicas de riesgo y prestación de anestesia en
quirófanos, en casos urgentes que lo requerían. (Hospital del Valle)
El complejo puzzle sanitario que
precisaban los trabajos mineros,
requirió experimentados conocimientos de farmacopea y administración que, en
tiempos no tan lejanos, recayeron en zalameños de pro, considerando así a D. Manuel Serrano Beato y D. José Manuel
Rodriguez Bolaños, respectivamente.
Finalmente, estos apuntes
pretenden compendiar una pequeña porción de anotaciones extraídas de textos,
cuyos títulos y autores fueron afortunados al beber de las fuentes halladas en
los archivos dejados tras sí, por una Compañía que, con sus claros y oscuros,
tanto marcó a pueblos y personas durante 81 años, tiempo quizás corto para la
longeva Historia de Zalamea, pero que, indudablemente, aumentaron la dimensión de la repetida
Historia y, con ello, la de toda la
Cuenca.
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